martes, 10 de noviembre de 2009

Influencia del Neoliberalismo en Colombia


En febrero de 1990, se da inicio a la apertura económica dentro de un gran despliegue. En ese momento se hicieron ajustes menores en materia de restricciones cuantitativas y aranceles. Con la llegada de Cesar Gaviria a la presidencia, es él quien toma entonces la decisión abierta de optar por una apertura económica. En septiembre de 1991 se determinaron nuevas acciones para profundizar la apertura, se hizo una reducción arancelaria que estaba planeada para 1994, pero a pesar de las medidas tomadas durante los últimos tres meses del mismo año y primeros de 1992, las importaciones continuaron registrando niveles inferiores a los del año anterior. En Colombia la apertura no se adopto de manera drástica en un momento de crisis como se ha implementado en otros países de América Latina sino que fue de una manera gradual, lo que permitiría de alguna manera controlar resultados y compararlos con otros obtenidos anteriormente. Sin embargo la evaluación inicial no fue muy satisfactoria, lo primero fue que las cosas no funcionaron de acuerdo a lo anticipado por el Banco Mundial, como segundo aspecto y paradójicamente en vez de mejorar las importaciones se presento un deterioro en ellas.

Con la apertura económica se esperaba inducir a los empresarios a aumentar las importaciones y a capitalizarse, en cambio y gracias a las malas condiciones financieras estaban esperando ser reemplazados por la competencia internacional. Por otro lado, el presupuesto fundamental del Banco Mundial que presentaba una alta tasa de cambio que estimularía las exportaciones y no desprotegería totalmente la economía nacional no se dio en ese momento como se esperaba. Lo que se había previsto era que al bajar los aranceles provocaría una elevación del tipo de cambio que estimularía una expansión de las exportaciones no tradicionales, también se predecía que la mayor competencia conduciría a un incremento de las importaciones esenciales y a la inversión, como se ha planteado anteriormente estos dos factores esenciales descendieron y por si fuera poco se estaban desestimulando las exportaciones. Para esos dos primeros años de implementación de apertura económica en Colombia, Eduardo Sarmiento Palacio plantea: “es indudable que el país no estaba preparado para llevar a cabo una apertura económica. La liberación de importaciones requiere un proceso previo de capitalización e incorporación tecnológica que no surge de manera espontánea. También quedan valiosas enseñanzas. Los hechos no confirman el supuesto fundamental de que la simple desprotección del mercado interno garantiza la inserción internacional. Por el contrario, la expansión de las exportaciones de manufacturas requiere una estructura industrial sólida capaz de sustentar altos niveles de producción y productividad” .

Otro aspecto importante que se dio en el gobierno de Gaviria fue en julio de 1991, cuando la asamblea constituyente convocada por este gobierno adoptó una nueva constitución después de revocar el mandato del congreso elegido el año anterior. Estos dos episodios conexos configuran la culminación de un proceso político puesto en movimiento por el gobierno Barco y fueron presentados por la èlite neoliberal como las mayores realizaciones del proceso de “modernización institucional”, más conocido como el revolcón que se convirtió en el gobierno de Gaviria en una prioridad.

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